Llegamos con resaca del fin de semana anterior, pero con muchas ganas de mancharnos las manos. Y eso hicimos.

Es algo casi hipnótico observar como una gota de tinta se expande sin control por el papel, sentir esa ansiedad de no saber cómo saldrá. Probar nuevas formas de aplican la pintura, descubriendo resultados tan inesperados como interesantes.
Es extraño y estimulante empezar una ilustración con una técnica nueva y sentirse perdido porque no sabes cuál será el resultado. Eso hemos hecho este fin de semana, investigar resultados y aplicarlos a nuestros trabajos.
Raquel Aparicio tiene una gran capacidad para dar los consejos adecuados en cada situación, añadiendo un toque profesional a las ilustraciones que le enseñábamos.


Y como no nos gusta guardarnos esta experiencia para nosotros solos, este fin de semana vinieron a darnos una visión diferente de esta profesión Mireia Pérez, una "historietista" muy joven que dedica sus horas a crear historias dibujadas llenas de expresividad, una autora interesante por sus opiniones y su manera de ver el mundo que nos rodea y el que nos espera si queremos lanzarnos a dibujar historias; e incluso tiene su propia tipografía diseñada por Fernando Fuentes. También nos acompañó durante la comida Javier Olivares, quien compartió con nosotros una interesante reflexión sobre el mundo de la ilustración y sobre todo del ilustrador, es decir, cómo se comporta un ilustrador ante el reto de crear una narración a partir de sus dibujos. Además es una gran fuente de información a cerca de ilustradores de los años '50s y '60s y deleitó nuestras mentes con multitud de referencias de esta época.
En definitiva un fin de semana cargado de nuevas experiencias, técnicas, visiones y sobre todo de nuevas ilustraciones.
El taller fue muy creativo. Raquel nos dió las claves al principio y posteriormente nos dejó experimentar y nos hizo trabajar intensamente los tres días, haciendo un feed-back posterior de todos y cada uno de los trabajos. Fué bajo mi punto de vista un taller bastante personalizado, nos iba haciendo a cada uno de nosotros recomendaciones, sugerencias y muchas, muchas bromas con las que nos reímos mucho. Raquel además de ser una gran ilustradora es muy, muy simpática y eso en este tipo de talleres tan dinámicos y tan intensos se agradece, trabajas mucho pero lo disfrutas en todos los sentidos.
ResponderEliminar